EL ENTRENADOR

El maestro artesano de una protoindustria, en un mundo industrial.

 

En un mundo en el cual el entrenador está adquiriendo una importancia mayúscula, de una forma merecida, desde mi punto de vista, a pesar de que distorsionada y exagerada en muchos medios de comunicación y sectores de la población alejados del día a día cotidiano del fútbol (y muchos otros cercanos también). En este artículo expondré que es para mí un entrenador o como debe entender este maravilloso pero desgastante trabajo, haciendo a la vez una analogía con un maestro artesano ferrón de una ferrería del siglo XIX. A pesar de sus lógicas diferencias, la esencia que contenía el gremio, creo que tiene diversas similitudes con el gremio de entrenadores, especialmente en los conceptos básicos que expondré y explicaré de forma más detallada, lógicamente desde el punto de vista del entrenador.

 

El jugador, el activo humano directo del juego, la materia prima de las obras a realizar.

El primer concepto que debe entender y aceptar un entrenador es que el jugador es la parte más importante de su trabajo, o más bien dicho, cada uno de los integrantes de la plantilla que tiene en sus manos, ya que ellos son el activo que desenvolupan el juego, los que dan vida al balón y los que ocupan los espacios mediante sus decisiones. En mi opinión, la aceptación de esto, es la base para ser un entrenador notable.
El entrenador, debe crear contextos para que el activo humano tome decisiones y encuentro el talento que se encuentra en su esencia, y que luego pueda llevarlo a su máximo exponente en la competición. Estos contextos deben ser similares a la competición, sabiendo y entendiendo que un entrenamiento siempre está muy distanciado de la competición, pero deben contener el aspecto caótico que lleva implícito el deporte rey, y que el futbolista acepte la incertidumbre y complejidad del juego, además que adquiera y entienda los hábitos dinámicos e ideas y conceptos que quiere transmitir su entrenador
Por lo tanto, a partir de esta materia prima, nosotros modelamos el equipo gracias a los siguientes conceptos que posteriormente explicaremos, como es la metodología y la dimensión estratégica.

La metodología, el día a día del entrenador, la formación de la obra.

En esta faceta tenemos un gran manual como es la periodización táctica del profesor Vitor Frade, sin duda, una gran referencia para todos los entrenadores y que ayuda en gran manera al crecimiento del entrenamiento del fútbol, a mi entender, ya que es la mejor metodología posibilitadora para el futbolista, a la vez, que este puede absorber la idea del entrenador y posteriormente llevarlo a cabo en la competición.
Aunque que la periodización táctica contiene una gran complejidad, a pesar de la sencillez que aparenta, y se precisa de un alto nivel intelectual, además de mucho estudio, aprendizaje y experiencia, tanto de entrenador (cometiendo muchos errores, haciendo sesiones con muchos ejercicios de nula complejidad táctica, alejados de la parte caótica del fútbol) como de jugador de un cierto nivel (no hace falta de élite, aunque sí en un equipo que haga 3/4 sesiones semanales más una competición competitiva), es una guía clave para el entrenador, aunque no se rija a rajatabla de ella, ya que nos ilustra conceptos e ideas claves para poder modelar de la mejor manera mediante el entrenamiento la idea que quiere transmitir el entrenador al equipo, además de un control del desgaste de los jugadores, gracias a la formación de contextos guiados y controlados(espacio-tiempo y numero de futbolistas) para que el jugador desarrolle su juego, siempre con los intangibles que contiene el fútbol.
Y en los intangibles decido parar e incidir en la importancia de ellos y en la no supresión de ellos dentro de los contextos guiados que creamos, que no limitemos el caos ni tratemos de “controlarlo” ya que viene implícito en el juego, y que de forma indirecta mediante los contextos, consigamos que el jugador acepte el alto grado de complejidad e incertidumbre que contiene el juego.

 

La competición, la exposición que da valor a la obra

Después de horas y horas de trabajo de entrenamiento, ha llegado el momento de exponer el trabajo, el momento culmen, de la misma manera que el maestro artesano debe de vender el trabajo hecho durante días. Como un buen maestro artesano de una ferrería, durante una temporada, el entrenador va modelando las obras realizadas después de cada partido/venta lingotes de hierro (jamás serán igual, aunque lo desees), iras matizando diferentes cosas de tu creación, igual que variaras cosas según el rival al cual te enfrentes/mercado al cual acudían, y que el resultado de ello juntamente con las circunstancias que te encuentres, casi siempre, condicionará el valor de la temporada.
Por lo tanto, es el momento de la dimensión estratégica del entrenador, de exponer los hábitos dinámicos creados entre las interacciones cercanas, intermedias y lejanas de 11 jugadores de tu plantilla, que has estado trabajando durante días, semanas e incluso meses de entrenamiento para que se lleven a cabo en la competición, siempre teniendo en cuenta el aspecto caótico del juego, mencionado anteriormente, y de las interacciones que llevará a cabo el equipo rival para intentar contrarrestar las de tu equipo, haciendo un gol más que el rival.

El modelo de juego, la temporada completa del maestro artesano

Con una idea del maestro artesano y sus ferrones(entrenador y cuerpo técnico); la materia prima del mineral de hierro, sabiendo que hay múltiples tipos de hierro y su grado de impureza(jugadores); una metodología de trabajo para trabajar el mineral de hierro y convertirlo en lingotes(metodologías de entrenamiento); y el mercado de compradores en diferentes puntos, con diferentes ideas de utilizarlo y de valorar la calidad del mercado(competición), hacemos una temporada de un maestro ferrón y de una ferrería.
Intentando hacer una analogía entre el trabajo de un entrenador con el de un maestro artesano, en el cual creo que hay muchas similitudes, hay una parte que varía considerablemente el trabajo entre unos y otros, y es que la materia prima del entrenador es el jugador y no un ser inerte como un mineral, en el caso del maestro ferrón, un ser humano, con todas las sinergias que provocan las múltiples interacciones y sentimientos que se producen entre ellos al largo de una temporada, lo aún hace más complejo, ya que tenemos que añadir todos los intangibles que se producen dentro de un equipo y que crean el todo, el modelo de juego. Porque es básico que un excelente entrenador, igual que una gran persona, entienda y acepte que ni la suma de todas las cosas hacen el todo.

Deja un comentario